PROMO LA PULSEADA DE ABRIL

agosto 15, 2009

Los 15 de Ayelén

La Pulseada, que ya lleva 7 años y meses en la calle, la acompañó la mitad de su vida. Hoy Ayelén festeja sus quince. Estamos felices, con ella.

Cuando empezó a vender La Pulseada tenía sólo 8 años, igual que su hermano Emanuel, y dos menos que David, el mayor. Los tres purretes desparramaban sonrisas anchas y un atrevimiento entrador para convencer a los transeúntes que comprar la revista significaba mucho para la Obra del cura Carlitos.
Ayelén, de ella se trata, era la nena mimada de Graciela Romero, nuestra vendedora estrella que entendió de entrada que La Pulseada podía significar el camino para mejorar la vida de sus hijos.
Cualquier platense podrá recordar sin mucho esfuerzo a ese especie de “microemprendimiento productivo” que constituyeron la mamá y sus tres pibes, quienes con una pila de revistas bajo el brazo, peleaban por instalar el producto no del todo conocido y, básicamente, por darle batalla a la dura realidad que les tocaba vivir.
Con su parloteo simpático y, siempre respetuoso, Aye fue una pieza fundamental para esa “máquina familiar” que se puso en marcha con enorme entusiasmo y que sirvió para levantar la deuda de la casa hipotecada, primero, y para saldar viejos compromisos por la luz y el gas, más tarde. Después llegó el tiempo de “la computadora para que los chicos aprendan otras cosas”, o de gustos, antes imposibles, como irse juntos una semanita a Mar del Plata.
Pero, como la mejor manera de agradecer lo que se recibe, es darle eso y mucho más a los otros, con algún pesito extra que deja la venta de la revista, Graciela, Ayelén y el resto de la familia sostienen el comedor “Nueva Vida”, que funciona todos los sábados en su casa de 16 entre 526 y 526 bis, de La Plata, y también el Centro de Promoción “Manitos Unidas”, que nuclea a las entidades del barrio y donde ya se han puesto en práctica las líneas de acción del Foro por los Derechos de la Niñez.
“Lo hacemos para que los pibes puedan crecer como personas, aprender cosas, poder discutir sus ideas, todo para luego poder conseguir un trabajo digno… Quiero que, así como a mí me cambió la vida vender La Pulseada, aparezca algo en ellos que les cambie la suya…”, explica Graciela.
Así, Ayelén fue creciendo linda y sana, de la mano del amor que fue recibiendo y, también, del sentido solidario que se aprende desde el esfuerzo colectivo.
Hoy es una hermosa joven, igual de sonriente, igual de entradora, igual de comprometida.
Con esas herramientas, Aye comanda en cualquier tarde de sábado, alguna de las actividades de la Campaña de Promoción y Protección de Derechos que se hace en el barrio: micrófono en mano sostiene la radio abierta que llena de música y mensajes cada movida de ese tipo.
O también ya se ha vuelto una cocinera especializada en el nuevo emprendimiento familiar de venta de pizzas a domicilio, con que los Romero le siguen peleando mano a mano a la vida y con el que les dan trabajo a algunos de los otros adolescentes de la barriada. “Ahora vendo o una Pulseada, o una de anchoas”, ríe lindo esta piba fundamental en la historia de la revista.
Bueno, pues bien, Ayelén cumplió 15. Y esta noche estaremos de fiesta…

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