La Biblioteca Elizalde necesita ayuda

Hablamos de esta experiencia en el número de julio. La biblioteca popular de Altos de San Lorenzo utiliza una vivienda cedida. Ahora sus dueños la piden. “Necesitamos un nuevo lugar para que la biblioteca continúe funcionando”, nos cuentan.

“Ser bibliotecario popular es ser más que bibliotecario”, nos decía Natalia Parente Gorosito hace unos meses. “Implica responsabilidad, tiempo y esfuerzo. No podés limitarte a la parte técnica de la profesión: vale mucho más la parte humana. Muchas veces, la biblioteca también es un lugar de contención. Si los chicos no tienen dónde ir o reunirse, ni actividades para hacer, van a la biblioteca. Y si un chico no tiene vestimenta o para tomar la leche, muchas veces se le ofrece algo”.
En estos días, Natalia nos escribió una nota de puño y letra, agradeciéndonos esta nota.
Y nos transmitió su preocupación. “Estamos padeciendo otra situación que nos choca y complica la continuidad de la misma: nos pidieron el espacio físico. Vale aclarar que estamos en una vivienda cedida, cuyos dueños decidieron vender ni bien tengan comprador y en el período más pronto posible. Por esto necesitamos un nuevo lugar para que la biblioteca continúe funcionando”, dice.
En una calle sin asfaltar de un barrio en formación, entre el Cementerio y la abandonada estación de trenes Rufino Elizalde, sobre 132 entre 84 y 85, la Biblioteca Popular “Vida y Lucha de Elizalde” es mucho más que una biblioteca.
“Te das cuenta de que la cosa pasa por otro lado ─nos contó Natalia─. La biblioteca es un lugar de reunión, un espacio para encontrar sus intereses, aquellas cosas que les gustan, otras motivaciones aparte de la lectura, y descubrirse ellos mismos”. Por eso, en aquel sitio al sur de la ciudad también suelen dictarse talleres de plástica y música, y alguna vez se hizo una revista que, entre otros proyectos, hoy quieren retomar.
La experiencia empezó hace más de quince años, promovida por un grupo de vecinos cansados de ver que los chicos dejaban la escuela en segundo grado porque no tenían para zapatillas, guardapolvos o los costosos manuales Santillana. “Se propusieron hacer una biblioteca para apoyar la etapa escolar de los chicos y ofrecer un servicio para gente que estaba pasando necesidades", nos relató orgullosa Natalia, sentada en la vereda del vecino club Chacarita Platense, durante una peña folclórica organizada para promover la biblioteca y recaudar dinero.
“Todo lo concerniente al trámite legal está al día; en eso no hay preocupaciones”, nos mantiene al tanto en la nota que llegó a la redacción de la revista: “Pero decisivamente, en diciembre de este año se realiza cambio de Comisión Directiva y va a resultar fundamental que pueda sumarse gente que quiera participar en la nueva formación y decidir el nuevo rumbo de la biblioteca”.
El gran desafío, ahora, será encontrar un nuevo lugar. “Esperamos que quien lea estas palabras sepa de algún dato que sea de utilidad, de algún espacio que nos puedan ceder o alquilar para que la biblioteca no desaparezca y continuemos con los proyectos que tenemos por delante”, convoca la bibliotecaria. La biblioteca está en 132 entre 84 y 85 y su teléfono es el 452-3845.