PROMO LA PULSEADA DE ABRIL

junio 20, 2009

En Santa Fe, la revista La Búsqueda festejó sus primeros cinco años

Es una “hermana” de La Pulseada en la ciudad litoraleña. Trabaja con jóvenes en situación de riesgo. El festejo fue una ocasión para relanzar un espacio que coordina a los emprendimientos sociales y editoriales “de calle”.

“Estamos en el barrio sur. Dos cuadras para allá está el San Lorenzo. Del otro lado de la vía, es el 12 de Octubre. Cuando baja el sol, los chicos no pueden salir. Los levanta la policía”, contaba Cristina Moreaux, directora de La Búsqueda, mientras recibía las visitas de representantes de Panza Verde (Concordia), Barriletes (Paraná) y La Pulseada (La Plata). Todos asentían. Cada sitio tiene su fuerza de “seguridad”, pero las prácticas son las mismas.
Y las necesidades también. Eso explica que, sin conocerse, en una misma época de crisis, hayan surgido emprendimientos que, con un trabajo editorial, apostaron por la inclusión social. Eso hermana a La Pulseada, la revista de la obra fundada por el padre Carlos Cajade, con la santafesina, que es mucho más que una publicación: en las ruinas de lo que fue el ferrocarril Mitre, contienen a niños y jóvenes en situación de riesgo con el trabajo de la revista.
La Búsqueda, que nació en junio de 2004, festejó su quinto cumpleaños con una jornada al aire libre que incluyó una radio abierta, retransmitida por FM Chalet -una emisora que integra el Foro Argentino de Radios Comunitarias (FARCO)-, una feria de publicaciones y organizaciones sociales, y una marcada vocación por el encuentro.
En ese sentido, el aniversario fue también la excusa para volver a reunirse con emprendimientos afines. Los santafesinos invitaron a La Pulseada, Barriletes y Panza Verde, experiencias “hermanas” que ya se habían encontrado anteriormente, como cuando la revista paraneaense cumplió sus primeros cincos años en 2006. Para entonces, Panza Verde tenía 19 años. Ahora está por convertirse en la revista de humor más duradera de la historia editorial argentina, superando a mítica Humo®.
En la jornada, los vendedores de algunas de esas publicaciones realizaron un taller de capacitación y reflexión en torno a su rol, mientras paralelamente representantes de las cuatro revistas proyectaban un trabajo en conjunto y decidían invitar a otras experiencias afines a un espacio de coordinación. “Somos emprendimientos editoriales, sin fines del lucro, autogestionados, autosustentables”, explicaban, buscando precisar el común denominador: “trabajamos en la difusión y promoción de los derechos de los pibes, y militamos en la defensa de sectores sociales en situación de vulnerabilidad”. También dijeron apostar a “una comunicación democrática, a la distribución de la palabra” y a ser “un espacio de expresión de organizaciones sociales y expresiones artísticas alternativas”. Por último, destacaron sus formas de “circulación alternativas”, que en muchos casos es paradigmática: la venta callejera sirve como forma de inclusión social de sectores marginados de la población.
En poco tiempo estará en línea un blog de las Revistas por la Inclusión Social en Argentina (RISA), espacio definido como una “red de emprendimientos sociales/editoriales de calle”. También acordaron compartir notas y empezar a proyectar encuentros de formación.
“El nuestro es un trabajo silencioso”, dijo Moreaux cuando comenzaba la jornada de fiesta. A pesar de la lluvia, que amenazó pero aguantó hasta el final, en la calle la radio abierta rompía el silencio.


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