PROMO LA PULSEADA DE ABRIL

mayo 12, 2010

“Se delega el poder en la Policía”

El especialista en seguridad Marcelo Saín sostiene que el actual gobierno provincial se ha caracterizado por ratificar el “funcionamiento tradicional” en seguridad: “desgobierno político, delegación del poder y autogestión policial”. Y afirma que el esquema incluye un “financiamiento estatal a través de fondos ilegales”. “Hay un acuerdo tácito, donde el poder político se compromete a la no injerencia o la protección de determinados jefes”.

Según el especialista Marcelo Saín, pese a los cambios de gobierno y al interior de los gobiernos –como el que acaba de ocurrir con el desplazamiento del ministro Stornelli-, en las últimas décadas ha persistido una misma forma de administrar la seguridad: “La política cree que es la policía quien debe gestionar el conflicto y que debe hacerlo conforme su lógica. Entonces le delega todo el poder. Lo que sí reclama es que los problemas no escalen a un nivel de una demanda política o una protesta social que ponga en tela de juicio ese andamiaje”.
Doctorado en Ciencias Sociales en Brasil, estudioso de las fuerzas armadas y de seguridad, Saín no duda en definir a la Policía como “una pieza de la política” cuyo rol es el “disciplinamiento social”. “El sistema penal, que tiene una única puerta de entrada que es el sistema policial, está para robos y hurtos de delincuentes poco profesionales y desprotegidos institucionalmente”, explica en una extensa entrevista publicada por La Pulseada. Además, dice, la fuerza policial es un “gran aparato de articulación política”, dado que aporta información y financiamiento. Años atrás, Saín fue uno de los primeros en señalar con certeza los vínculos estrechos entre la delincuencia, la corrupción policial y los grandes armados políticos. “Se sigue dando subterráneamente. Ya no es tan fácil como cuando lo planteé en su momento, por la visibilidad social que adquirió el tema… Pero sigue habiendo una articulación capilar, subterránea, entre policías y dirigentes políticos”, plantea entrevistado por la revista platense. “Los jefes policiales están hiperpolitizados, en el sentido de que en determinada jerarquía tienen vínculos, como factores de poder, como los puede tener un referente social o un dirigente empresarial. En el medio de esa politización puede haber o no un flujo de dinero. Hablando a nivel de cúpulas, estoy convencido de que la caja sube hasta arriba”.
Según declara Saín en el N° 79 de La Pulseada, “una suerte de división estratificada de la corrupción”, que detalla: “A determinados estratos bajos les toca los pibes chorros, y los manejos de algunas actividades flojitas de papeles en el territorio; a determinados sectores medios y de supervisión les corresponde la recaudación tradicional; y al grueso de la conducción de policía le tocan las cuatro actividades más rentables en este momento: narcotráfico, corte de autos y venta de autopartes, trata de personas para la explotación sexual y fútbol. Eso es caja grande, manejada a nivel de jefes departamentales y regionales”. Además, el especialista advierte: “Esto lo sabe todo el sistema político. Nuestros legisladores aprueban presupuestos donde le asignan el 90% del gasto en seguridad a salarios. Con el 10% restante la Policía debe financiar –ficcionalmente, obvio- gastos de funcionamiento, gastos de capital e inversión. Lo que el Ejecutivo y el Legislativo están diciendo con eso es: ´júntenla de donde ustedes crean conveniente y sigan funcionando´. Acá hay un acuerdo tácito, donde el poder político se compromete a la no injerencia y/o protección de determinados esquemas o jefes que les permiten ese sistema de financiamiento estatal a través de fondos ilegales. Y esto se convalida con el tercer gran actor que es un Poder Judicial cómplice”.
En relación al flujo de dinero hacia la política, las declaraciones de Saín en La Pulseada son contundentes: “El sistema cierra cuando la plata llega hasta arriba de todo. Cuando el que tiene la facultad política de manejar los ascensos, la ocupación de cargos y los destinos, no está dentro del negocio, el sistema tiembla. La avidez de los jefes policiales porque la autoridad política que tiene esas tres funciones esté dentro del paquete y reciba su mensualidad es muy grande. Y vos decís: es menos plata para ellos. Pero el sistema cierra de esa manera… Yo soy testigo de esa oferta”
Además de ser un estudioso del tema, Saín participó de la gestión pública de la seguridad. Fue convocado por León Arslanián en su primer arribo al Ministerio de Seguridad bonaerense. Más tarde volvió a la misma área, en el equipo de Juan Pablo Cafiero. Y en 2005 se hizo cargo de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) que se creó en reemplazo de una fuerza corrompida dependiente de los militares. De cada experiencia se fue para volver a su lugar como profesor e investigador en la Universidad Nacional de Quilmes. Tras su paso por el Estado provincial publicó “El Leviatán azul”, un libro donde quiso mostrar que “esta policía es una obra de ingeniería de sucesivos gobiernos” y que “con esta función, estos roles, este tipo de trabajo y de organización, es muy funcional a un tipo de estructuración política. Los gobiernos administrativos y ejecutivos, y también parlamentos y la justicia criminal entienden que la policía es el gran instrumento de disciplinamiento de aquellos sectores que sobran”.
En la extensa entrevista publicada por La Pulseada de reciente aparición, Saín caracteriza la “estructurada heredada” de la Policía, intenta explicar por qué se frustró la reforma de Arslanián y carga contra el proyecto de Código Contravencional promovido por el gobierno bonaerense: “Es coherente con un proyecto político de la derecha".

No hay comentarios:

Publicar un comentario